Cuando observamos la Costa Brava vemos la belleza de sus playas, los monumentos y las calles con ese encanto medieval que aún perdura. Lo que no pensamos habitualmente es que, durante muchos siglos, los habitantes de la costa miraban al mar con temor y preocupación. El motivo era uno y nos ha llegado hasta hoy en forma de leyenda: los piratas

Son muchas las historias de piratas en la Costa Brava que aún se explican y nos sirven para entender cómo eran estos pueblos costeros hace algunos años. Porque los piratas, tan idealizados en las películas y las leyendas, fueron durante muchos años el terror del Mediterráneo. Durante los siglos XI, XII y XIII se construyeron fortificaciones, castillos y murallas para evitar su entrada a tierra. Las torres de vigía son uno de los elementos característicos de la Costa Brava y su función era vigilar y proteger a los habitantes de los pueblos de mar del ataque de los piratas. Aunque hoy en día estos vestigios nos parezcan un patrimonio bonito para visitar, su construcción tiene sus raíces en los ataques de los piratas. 

Incluso los elementos más característicos de la Costa Brava tienen su origen en las historias de piratas en la Costa Brava. Hablamos de los caminos de ronda, estas travesías que rodean el mar dando lugar a un agradable paseo, que durante mucho tiempo sirvieron para conectar los pueblos y evitar los ataques piratas. Según explican las leyendas, los piratas se dedicaban a asaltar los barcos en alta mar, pero también iban a tierra firme. Se trata de ataques rápidos que tenían lugar durante las estaciones de buen clima, ya que las aguas estaban más calmadas y se podía navegar con mayor tranquilidad. 

Su huella está viva en la arquitectura defensiva, las leyendas que generaron e incluso en expresiones que todavía se utilizan, como la popular “no hay moros en la costa”. En la Costa Brava encontramos muchos pueblos que buscaron puntos alzados y estratégicos para avanzarse al ataque de los piratas y afortunadamente podemos hacer una ruta por las torres de vigía de la Costa Brava que nos demuestra la importancia de estas construcciones, que servían también de refugio en caso de ataque. 

Algunas de las historias de piratas en la Costa Brava que aún perduran son las de los piratas que secuestraron a los pescadores y los vendían más tarde como esclavos. En otras ocasiones, se dice también que se pedía el pago de un rescate, y en caso de no recibir la recompensa se mataba a los rehenes. Esto propició que algunos pueblos creasen hermandades que tenían la función de negociar con los piratas y pagar los rescates. Las torres de vigía, murallas, milicias populares… nada parecía suficiente para detener a los piratas y corsarios, por eso los masoveros, pescadores y comerciantes pedían protección, como por ejemplo la construcción de una torre defensiva en las Islas Medas, un punto estratégico y normalmente dominado por la piratería, pero a veces eran desatendidos, por eso existen algunas historias de piratas en la Costa Brava que explican cómo los mismos habitantes y trabajadores de los pueblos se enfrentaban directamente a los piratas, con ingenio y rabia. 
Por suerte, muchas de estas construcciones aún perduran en buen estado de conservación, por eso desde el Camping Relax-Nat os invitamos a descubrir las historias de piratas en la Costa Brava que explican el origen de estas construcciones. Nuestro camping es el lugar perfecto donde alojarse en familia y descubrir estas leyendas e historias. Visita nuestra página web para conocer nuestra magnífica ubicación y para disfrutar de un entorno lleno de historia.